El seguro trata de cubrir con productos específicos aquellos gastos que pueden llegar a ser muy grandes. A una persona no le interesaría un seguro que cubriese los gastos derivados de la pérdida de un sombrero, pues el trastorno económico es mínimo. Pero sí puede interesar cubrir los gastos de abogados.

 

Ya hemos hablado de otros seguros que tienen el mismo fundamento: póliza dental, los gastos médicos en la póliza de asistencia en viaje, etc.

 

Este seguro podríamos decir que plantea una tarifa plana para tener derecho a utilizar abogados cuando los necesitemos y así evitar desembolsos importantes.

 

Las contingencias son muy diversas: separación o divorcio, despido laboral, proceso penal, temas con la Administración, con la comunidad de vecinos, con servicios (telefonía, electricidad, compras) etc.